viernes, 30 de abril de 2010

No me quiero ir, aunque tampoco quiero quedarme

Mi último día en Alicante. Mañana vuelvo a Barcelona. No quiero... Aunque echo de menos a mi chico. Echo de menos lo compasivo que es cuando estoy mal. Por aquí, aun van y se enfadan conmigo (manda huevos).





Ayer por la tarde estuve con unos antiguos amigos y un par de compañeros del colegio a los que no veía desde hacía 5 años. Lo cierto es que estuve muy bien. Me olvidé de mis penas, me reí como hace tiempo que no me río, y me encantó estar con ellos. Más de lo que pensaba.





Hoy no tengo foto para poner. La foto que nos hicimos fué con la cámara de uno de ellos. Así que pongo la que tomé mientras esperaba que llegara el tren para venir a Alicante.

Son mi maleta y mi bolsa... y ese señor es un señor que se coló y que no conozco de nada. Pero que le debió apetecer aparecer en una foto ajena.

Esta mañana he llevado a mi madre a urgencias porque se ha levantado con la rodilla muy dolorida sin poder caminar a penas (ya le venía doliendo de antes). Y ya se sabe que las esperas son largas, como para hablar. Y dado que la situación vital de ambas es un tanto incómoda ultimamente, la conversación ha ido por ahí. Total, que he lagrimeado y ella se ha enfadado mientras me decía que le preocupaba mucho.
Sigo sin entenderlo. Lo ha hecho siempre. Cuando me ha visto mal, en lugar de razonar, consolar, o hablar con dulzura (porque ella es dulce, lo sé) me regaña. No soy una niña, y no espero que se pasen toda la vida consolándome los pucheros, y entendería que me regañara si me viera hacer una tontería. Pero que me regañe mientras me dice que la tengo muy preocupada... de hecho, que me regañe y punto. Pues, claro que luego no voy a querer hablar con ella.

No sé porque me empeño en recuperar a la "mamá" que era hace tiempo.
Cambió, y parece otra persona. Y eso hace que me apene todavía más.
Total, que le ha dado la vena "radical" y me ha empezado a decir "Pues ya está. Deja el trabajo. Cuando vuelvas lo dejas" y prometo que no lo decía en tono irónico, pero sí con mal humor. A lo que le he respondido que a que venía eso. Pero como si esto sonara bobo y absurdo, ha soltado otra sandez en la que proponía la venta de nuestra casa de aquí, y el resignarse a vivir donde ha vivido estos 2 ultimos años, y de donde se quiere ir porque no es feliz.

¡¡no la entiendo!! ¿Tanto le cuesta darme un abrazo y decir "Tranquila, tienes que hacer tu vida, pero yo estaré aquí para lo que necesites"? "se fuerte" "Te quiero y no me gusta verte así" "¿Puedo hacer algo?"... No sé, alguna palabra de consuelo.
Esta no es mi madre. Al menos l auq eyo conocí como "mamá".

Vale que yo esté desquiciada, pero su actitud no ayuda.
Ojalá encuentre la solución a mi manera de enfocar la vida. Y puestos a pedir... que sea pronto. Necesito un cambio de chip. Soy ultra sensible y ofensible (se dice así?).

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